El maíz representa una forma de vida para las comunidades mayas de los chenes; una identidad viva dentro de cada milpero o milpera, que se manifiesta al momento de realizar las labores  del “kool”,  que, traducido al español es la milpa. También aparece cuando, cada dama maya del hogar entra en interacción con el maíz, y con su magia lo transforma en diferentes tipos de platillos.

Así, el modelo de vida de las personas pertenecientes a las comunidades mayas de los chenes se basa en el consumo del preciado grano de múltiples colores; en el manejo, la conservación y reproducción del maíz

milpa-maya-rituales-maiz-chenes-ceremonia-elotesLos colores de los granos varían, así como sus tamaños y la forma que lo identifica. Podemos encontrar variedades como el san pableño, santa rosa, naal xoy, gallito, entre muchos otros. 

La dieta de las personas de los chenes se basa en alimentos derivados del maíz: el maíz cocido se convierte en nixtamal que, a su vez, se convierte en masa. Esta, después, pasa a formar parte del preciado alimento que es la tortilla; también se puede convertir en atole, tamales, pozole. 

milpa-maya-rituales-maiz-chenes-ceremonia-elotesCada uno de estos alimentos configura, entonces, formas de vida; además de una alimentación sana y una lucha por la soberanía alimentaria.

¿Y tú qué harías en 6 meses de tu vida?

milpa-maya-rituales-maiz-chenes-ceremonia-elotesEl camino que recorre un campesino por la búsqueda de alimento y subsistencia para su familia dura aproximadamente seis meses: desde el inicio de la labranza de las tierras; el tiempo de lluvia para la siembra, y hasta la época de fin de año donde se cosechan los preciados granos. 

En medio de este recorrido de producción de maíz, nos detenemos un poco y nos concentramos en el tiempo en que los elotes están sazones (maduros), que es la fecha precisa en donde se puede dar las gratitudes a los dioses de la milpa por los regalos de las abundantes  lluvias y de las cosechas logradas. 

milpa-maya-rituales-maiz-chenes-ceremonia-elotesParece una celebración común en las comunidades —una de tantas que se niegan a desaparecer— pero, si la observamos con detenimiento, podemos encontrar  múltiples significados, desde el proceso en que se elabora la ceremonia; la manera en que se organiza la familia que realizará la actividad de gratitud, y hasta datos más complejos.

Es vital observar el estado de madurez del elote que se empleará para cada cosa. Los elotes más maduros y con granos duros, son el tipo de elote que se utiliza para la preparación del atole y viene siendo el mismo que hay en el tiempo de las tortillas. Pero no son los mismos que serán ofrendados.

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Los campesinos que dan la gratitud a los dueños de la milpa, escogen los mejores elotes —por tamaño y calidad— para ofrecer en la mesa de celebración: “de lo que reciben ofrecen lo mejor”. 

Hablar de la ceremonia de elotes es algo muy complejo 

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…desde el significado que le damos como personas que pertenecemos a la comunidad; el de los mismos campesinos —que es todo el esfuerzo que emplean en una temporada—; el de las amas de casa —que les significa el sustento de la familia para las demás actividades. 

Siento que la vida de la comunidad se basa principalmente en la producción de maíz. De eso vivimos; del consumo de las tortillas que provienen de esta planta; de los platillos típicos en las fiestas y también los que el campesino consume como alimento en su jornada laboral. 

milpa-maya-rituales-maiz-chenes-ceremonia-elotesDel maíz es donde alimentamos a nuestros animales de patio como las gallinas, los cochinos y ganados. El mismo maíz vendemos para poder comprar nuestras prendas de vestir y para otras actividades recreativas. 

Hablar de maíz y de la ceremonia mayas de primicia o gratitud es visualizar la forma de vida de las personas de las comunidades; lo rico de su cultura y gastronomía. La “primicia” es una las actividades que solamente se realizan en la península de Yucatán y que se encuentran en peligro de extinguirse debido a los nuevos cambios de modelos de vida y a la propagación acelerada de las nuevas tecnologías.

La santa trinidad que sostiene la milpa maya

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La milpa, como la mayoría de las personas la conocen en la comunidad, representa un tesoro invaluable para los que dependen de esta actividad agrícola. Ese espacio de tierra fértil es trabajado por las manos de personas que, con esmero, le dedican gran parte de su vida para producir la santa trinidad de cultivos: maíz, frijol y calabaza. 

Sin embargo, la milpa, como la conocemos, se encuentra en peligro, debido a la expansión de un modelo de agroindustria que nos fue impuesto por personas extranjeras en complicidad con las autoridades. 

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Tras la llegada de estas personas, junto a sus enormes maquinarias —y de ese tamaño su ambición de generar riqueza a costa de la destrucción de la biodiversidad que nos rodea— Hopelchén, mi comunidad, es el municipio más deforestado a nivel nacional. 

Este dato asombra, pues la deforestación cada año sigue aumentando. Es un problema que rompe el tejido social de la comunidad. Debido a la aniquilación de selva, las personas se ven obligadas a cambiar su estilo de vida basado en los principios de la milpa maya; fundamentada en la diversificación de cultivos a pequeña escala, contrario de lo que se ve en la actualidad. 

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Gracias a este cambio la mayoría de las personas abandonan el campo para dedicarse a otras labores, o, en su caso, migrar y buscar otra fuente de empleo en las ciudades más cercanas a la comunidad. 

Esto trae consecuencias graves, pues las personas pierden interés en la milpa; en las tradiciones que se realizan en la misma. El valor heredado por la tierra se olvida y, a la vez, la de seguir las actividades de agradecimientos a la milpa que sus antepasados realizaban.

La ceremonia maya que converge con la colectividad familiar

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Hablar de las ceremonias y rituales mayas de gratitud es mirar la forma en que las comunidades se relacionan de manera espiritual y sagrada con su territorio; con sus animales y con las cosechas que se producen.  

Esta actividad se realiza anualmente en cada seno familiar. Las familias se unen y se organizan como un mismo cuerpo, para lograr juntos ofrecer las gratitudes a los Dioses de las milpas. 

Cada integrante de la familia tiene una labor importante durante el desarrollo de la actividad. Las tareas son divididas de tal manera que se involucran los niños de las diferentes edades para ayudar a los adultos en tareas como acarrear leña; comprar los ingredientes de la cocina; recoger la basura de la elaboración de los alimentos. 

Las personas adultas realizan tareas de ir a la milpa a seleccionar los mejores elotes que serán parte de la mesa de la ceremonia; escoger los diferentes estados de los elotes —los de granos tiernos y de los grados duros— para las tortillas llamadas “is waaj” (tortillas de maíz nuevo)

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Además, se encargan de cortar la leña para cocinar los alimentos y de desgranar los elotes para la masa que después se convertirá en tortillas y el atole de exquisito, sabor a cosecha nueva

Por su parte, las mujeres se encargan de las tareas de preparar a los animales que, antes, son entregados a los Dioses de la milpa por parte del sacerdote maya. De igual manera, las mujeres son las encargadas de elaborar las tortillas, el atole y toda la comida que irá en la mesa de ceremonia.

Otro actor fundamental para la realización de esta actividad es, por lo general, una persona mayor de edad de entre 50 a 70 años y con conocimiento de las ceremonias mayas; de la milpa; de los planos de la existencia; con estudio de las frases del “rezo”. A esta persona se le conoce como sacerdote maya

Una frase tomada de la cosmovisión maya —basada en el Popol Vuh— habla sobre el conocimiento de un sacerdote maya:

Un sacerdote maya también es aquella persona que ha comprendido su lugar en el universo; que ha comprendido que el Corazón del Cielo es tan inmenso, que no solo comprende toda esta realidad (o existencia), sino que también abarca todas las existencias posibles, imaginables.

Así, los sacerdotes mayas que pueden realizar la ceremonia de gratitud de los elotes son personas experimentadas en los saberes de la cultura maya y conocen la forma de conectarse con los dioses de la milpa. Además saben la manera de agradecer por las abundancias de las cosechas. Los sacerdotes son voceros de las demás personas que no pueden conectarse  de manera espiritual con los señores de la milpa o como ellos los conocen los «Yum Kaax».

Milpa: el espejo de la vida de los mayas

milpa-maya-rituales-maiz-chenes-ceremonia-elotesEl significado del maíz es muy diverso, debido a que en casi todos los estados de la república mexicana se cultiva. Pero, para mí, el maíz es la base de toda la vida. Sobre la planta de maíz gira el mundo. Nosotros podemos vivir sin la existencia de cualquier otro alimento —como el frijol o el tomate— pero no podemos vivir sin la existencia del maíz. 

El maíz representa nuestro territorio. Las raíces son los cimientos que se aferran en la tierra para poder sostenerse de pie. Los tallos son como las piernas, que nos favorecen y nos dan la altura para evitar ser depredados por algunos roedores y animales. Las hojas son como nuestros brazos que nos ayudan a alimentarnos; ya que la planta de maíz, durante la temporada de lluvia aprovecha mejor el agua que pasa de las hojas y se dirige hacia sus raíces. Las espigas son como nuestra cabeza que nos distinguen como seres maduros y que a través de ella podemos transmitir vida; como cuando la cabeza del maíz es polinizada por las abejas.

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El color verde del maíz nos representa, como el tono de la vida; ese verde que nos caracteriza como mexicanos y que encontramos hasta en nuestra bandera nacional. 

Finalmente, los elotes son como la recompensa a ese esfuerzo del trabajo y dedicación a lo largo de nuestras vidas; es como concebir un hijo, dar vida a un ente a través del que podemos seguir dando vida infinitamente. 

Por estas razones nos identificamos con la planta de maíz, que parte de nuestra vida y de nuestro territorio maya.

Por eso quisiera dar mayor visibilidad a la ceremonia del maíz que se practica en las comunidades que se resisten a extinguir esta tradición. Quisiera llevar el mensaje a las nuevas generaciones para que luchen para preservar lo valioso de estas ceremonias.

Podemos ver que son cada vez menos las familias que practican las ceremonias de gratitud de los elotes. En la mayoría de los hogares donde se realizan, estas ceremonias son coordinadas por personas mayores de edad y hay menos participación por parte de los jóvenes. 

Mi percepción es que, si nosotros los jóvenes no nos involucramos en la participación de las actividades ceremoniales de nuestra cultura maya, de aquí a 20 años esta práctica dejará de existir y pasará a la historia; como otras ceremonias que perecieron a causa de los cambios de modelos de vida de las personas.

 

Sobre el autor: Wilbert Antonio Caamal Cauich es maya, campesino, apicultor. Elabora material audiovisual. Busca narrar la vida de su pueblo maya.

*Ilustración e imágenes: Wilbert Antonio Caamal Cauich.

Este contenido fue producido durante el taller “Redacción para plataformas digitales”, gestionado por Evidencia Estudio y financiado por Climate And Land Use Alliance como parte del proyecto “Comunicación y Territorio”. La iniciativa surge para ofrecer estrategias y herramientas que mejoran la labor de diversos comunicadores emergentes en temas de defensa del territorio, medio ambiente, identidad y género de la Península de Yucatán.