A finales de octubre de este año, Twitter anunció la compra de la plataforma por parte del millonario Elon Musk. Su llegada ha estado llena de conflictos, escándalos con farmacéuticas, robo de identidad, despidos injustificados y tendencias racistas. 

Desde antes de que se concretara la compra, Musk había hablado sobre sus intenciones de convertir Twitter en un lugar común para la «libertad de expresión». Lo que llamó la atención de grupos estadounidenses conservadores y racistas que suelen tener problemas con las políticas de moderación de la plataforma.

Por el momento y mientras se define el camino de este entorno virtual en manos de Elon, marcas multinacionales como Pfizer y United Airlines han decidido pausar o remover su actividad e inversiones publicitarias.

Twitter Blue

Entre distintas medidas y cambios anunciados para la plataforma, Twitter Blue ha sido una de las más polémicas. Consistía en el pago de una «suscripción» de 8 dólares, por medio de la cual se ofrecía la verificación de identidad a cualquier perfil que lo pagara —la insignia azul con una palomita, que indica la autenticidad de las cuentas—.

Entonces, este símbolo pasó de significar que la plataforma había verificado la identidad de las personas propietarias de las cuentas y autoras de lo que se publicaba en ellas, a simplemente que, quien publicaba con ese nombre, había pagado una suscripción.

A raíz de esto y de manera inesperada —tal vez para quienes impulsaron Twitter Blue— comenzaron a surgir una serie de cuentas certificadas de marcas mundialmente conocidas como Nintendo of America, Pepsi y Tesla.

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Veracidad de la identidad, veracidad de la información

Aunque algunos de estos robos de identidad no fueron más allá del anuncio de nuevos videojuegos inexistentes, o de bromas sobre marcas; otros como el de la farmacéutica Eli Lilly, que posee el monopolio de la insulina en Estados Unidos, significaron pérdidas millonarias para ambas compañías.

Sin embargo, es necesario cuestionarnos cómo se construye la credibilidad en medios como éste.

Existen diferentes maneras para brindarle veracidad o legitimidad al contenido que se genera. Y a pesar de que hay varias formas para comprobar la información, la insignia sí era una de las más inmediatas. ¿Qué significa poder pagar para personificar a quien quieras, sin tener que cumplir algún otro requisito? ¿Qué implica poder hablar en nombre de quien se elija?

Ante esta problemática, dos semanas después el flamante dueño de Twitter anunció el supuesto retraso en la aplicación de Twitter Blue, hasta que no tuvieran medidas más estrictas para evitar el robo de identidad; lo que podría también implicar la implementación de nuevas formas de verificación de la información.

 

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